El paso de los años y las
subidas y bajadas excesivas y bruscas de peso (síndrome yoyo) traen
consigo un aumento de la flacidez de la piel. La dermis se hace más
fina y pierde elasticidad, se atrofian las estructuras musculares y
óseas mientras que continúan creciendo levemente las
cartilaginosas.
En la actualidad existe una nueva
alternativa terapéutica eficaz, segura y sencilla aplicada a la
celulitis y a la flacidez facial y corporal llamada Radiofrecuencia.
“Son radiaciones electromagnéticas que oscilan simultáneamente en
el campo eléctrico y magnético. Aunque es un sistema de uso
terapéutico conocido en cirugía desde hace años -electro bisturí,
coagulación, diatermia, etc…-, recientes investigaciones han
conseguido desplazar su uso al campo de la estética al crear una
tecnología capaz de entregar la energía de la radiofrecuencia
selectivamente en la dermis profunda y en las capas subdérmicas
mientras se protege la epidermis y así poder luchar contra la
flacidez y la celulitis”, explica la Dra Klara Senior, Médico
Estético y directora Esteti-K Instituto Médico Estético.
Puede aplicarse en cara, cuello y
otras zonas del cuerpo, el tratamiento dura unos minutos y es inocuo,
apenas produce un leve enrojecimiento de la zona tratada. Después de
la aplicación el paciente puede reanudar su vida normal ya que no
requiere hospitalización. Es, sin duda, una alternativa altamente
efectiva frente a tratamientos que necesitan la aplicación de
cirugía que mejora notablemente el aspecto del paciente.
La radiofrecuencia produce un
calentamiento profundo que afecta a la piel y tejido graso
subcutáneo. Un calentamiento que podríamos decir va de dentro hacia
fuera. Dicho calentamiento va a favorecer:
- El drenaje linfático, lo cuál
permitirá disminuir los líquidos y las toxinas en el que se
encuentran embebidos los adipositos del tejido afecto de celulitis.
- Un aumento en la circulación
de la zona que permitirá mejorar el metabolismo tanto del tejido
graso subcutáneo como la mejora del aspecto de la piel acompañante.
- La formación de nuevo
colágeno, tanto en la piel como en el tejido subcutáneo,
permitiendo que todo el tejido adquiera firmeza gracias a la
reorganización de los septos fibrosos y engrosamiento dérmico
suprayacente.
- Y por último, tras la lesión
térmica controlada con retracción del tejido hay una respuesta
inflamatoria que se verá acompañada de migración de fibroblastos,
lo cual reforzará aún más la estructura de colágeno, dando como
resultado un rejuvenecimiento de la zona tratada.
El efecto inmediato de la
aplicación de radiofrecuencia es la retracción del colágeno, con
más o menos rapidez según los casos. Sin embargo, lo que se
pretende conseguir gradualmente es la reestructuración del colágeno
profundo, lo que incluye que se formen fibras nuevas que sustituyan a
las envejecidas y hagan los tejidos más elásticos, se favorezca la
homeostasis y, en general, mejore el estado de la piel eliminando de
ella las huellas del paso del tiempo.
Este proceso es más lento y,
según los casos y dependiendo del estado en el que se encuentre el
colágeno de la persona, se produce entre los dos y cuatro meses
posteriores al tratamiento.
De hecho se han realizado
estudios histológicos que demuestran cambios importantes en la
remodelación del colágeno a partir de la sexta semana posterior a
la aplicación de la Radiofrecuencia.