viernes, 11 de mayo de 2012

LIPOESCULTURA SIN BISTURI: ULTRALIPOLISIS Y ULTRACAVITACION



La Ultracavitación consiste en un tratamiento no invasivo de aplicación médica que combate la grasa localizada y la celulitis mediante la aplicación de un novedoso equipo de Ultrasonidos de nueva generación de Alta Potencia. Tradicionalmente en estética se usaban US de 3 MHz con una potencia de 3,5 watios/cm2 obteniendo realmente una mejoría de la celulitis y obesidad localizada en los pacientes, sin embargo, la mayoría de las veces muy lenta o a muy largo plazo. La tecnología avanza rápidamente y acaba de salir al mercado, después de numerosos y exhaustivos estudios un Ultrasonido de nueva generación llamado LIPOSON, con una potencia 10 veces superior a la tradicionalmente usada en estética es decir de 30 Watios/Cm2. Con esta gran potencia conseguimos que la emisión de ultrasonidos a nivel de la superficie externa de la piel produzca mayores cambios de presión en el líquido intersticial del tejido graso, generando microburbujas (cavidades) que primero implosionan y más tarde estallan. Esta sobrepresión que se produce dentro del adipocito, destruye las células grasas. Al ser un US de 3 MHz, produce una vibración o masaje mecánico a 3 millones de revoluciones por minutos y que solo penetra hasta 2,5 cm lo cual nos asegura que estamos trabajando directamente en la grasa y no en estructuras más profundas. Las células de grasa al vibrar a estas revoluciones se friccionan entre sí y estallan, liberando a la circulación el producto de la degradación metabólica de los Triglicéridos contenidos dentro del adipocito, excretando así, ácidos grasos libres y glicerol, los cuales son eliminados de forma natural a través de los sistemas urinario, y linfático y a través de las heces.


La Cavitación es el fenómeno más importante producido por la aplicación de ondas ultrasónicas en líquidos, se trata de un fenómeno poco conocido que se caracteriza por el aumento de la presión y de la temperatura de las burbujas o cavidades con gas y líquido debido a resonancia del tejido, con alteración de la tensión superficial de la célula, pero para producirla se debe tener una potencia determinada (por ejemplo 30 Watts) y forma de onda pulsada. Las ondas ultrasónicas aplicadas (3Mhz) viajan en el agua a una velocidad de 1500 metros por segundo y en el tejido graso a 1380 metros por segundo, esto produce que los adipositos imploten y estallen y/o se rompa la fibrosis sin producir daños a los tejidos circundantes. El efecto de los ultrasonidos en el líquido intersticial del tejido adiposo provoca la creación repetida de microburbujas (implosión-explosión) debido a los cambios rápidos de presión que se producen. De esta forma, las células adiposas son expuestas a una sobrepresión tal que provoca ruptura de sus membranas o paredes celulares. Las células son destruidas como tales y los triglicéridos (su contenido) se fragmentan, lo cual favorece su metabolización y la eliminación natural por el cuerpo humano.
Cada sesión de Ultracavitación tiene una duración de entre 30 y 45 minutos, en función de la extensión de la zona a tratar. Se aplica directamente sobre la piel, donde previamente aplicaremos un gel conductor y el paciente no percibe ningún tipo de dolor o molestia. De hecho el tratamiento es muy agradable, solo se percibe una pequeña vibración y un leve calor en la zona tratada. Una vez finalizada la aplicación de la Ultracavitación, es recomendable realizar un drenaje intenso vacumterapia y/o electroestimulación, durante un mínimo de 10 ó 15 minutos. El número óptimo de sesiones se sitúa entre las 8 y las 12, realizadas una vez por semana. Ventajas:· Es un tratamiento indoloro y seguro· No requiere intervención quirúrgica· Los resultados se hacen evidentes en las primeras semanas. No tiene efectos secundarios, ni deja retracciones o irregularidades en la piel, por el contrario, mejora su textura y no produce flacidez. Muy útil para el tratamiento de la grasa superficial y acúmulos grasos localizados, incluso si existen lipodistrofias o “celulitis” asociada. Ideal para pacientes que “le tienen terror a las agujas” y/o que no pueden inyectarse por presentar enfermedades que contraindican procedimientos más invasivos como: Enfermedades de la coagulación, Diabéticos no controlados, Hepatitis B y C (aunque ya no estén activas), hígado graso, HIV, consumo de anticoagulantes como warfarina o inyecciones de heparina.
Resultados:· Resultados visibles desde las primeras sesiones· Mejora progresiva de la calidad de la piel de naranja· Transcurridos varios días de la primera sesión se manifiesta la reducción de volumen de los acúmulos grasos.
En ocasiones es interesante infiltrar el tejido previamente con una discreta cantidad de solución hiposomolar (baja en electrolitos y especialmente en sodio) para potenciar el efecto de la cavitación (basados en el principio de que los US se transmiten mucho mejor en medios líquidos que en los sólidos). En este caso las células adiposas se llenan de agua o se “hinchan”, su membrana distiende y se vuelve muy frágil al absorber el líquido infiltrado, y al colocar el Ultrasonido de Alta Potencia en modo “pulsante” las células adiposas se friccionan entre sí y se rompen más fácilmente. A esta técnica, más potente que de la Ultracavitación, se le denomina ULTRALIPOLISIS y debe ser realizada bajo estricto control médico ya que es muy potente y produce una gran liberación de Triglicéridos, Ácidos Grasos Libres y Glicerol. Por lo que es una técnica que debe practicarse con cautela en pacientes que sufren de Hipertrigliceridemias de cualquier etiología.
Es el Médico experto en Medicina Estética Corporal el que pauta la idoneidad y el tipo de tratamiento para cada paciente, pudiendo, dependiendo del diagnóstico individual de cada paciente combinar el tratamiento con otras técnicas para mejorar los resultados. Así, cuando hay “celulitis” compacta o fibrosa, además de obesidad localizada, se puede combinar el tratamiento con Carboxilipoclasia Ultrasónica (combinación de Carboxiterapia, Ultrasonido y Vacumterapia) los días posteriores a la Ultracavitación, mejorando así los resultados. O en caso de haber celulitis y flacidez o para prevenir su aparición está indicado combinarla con Electroestimulación profunda, Entrenamiento Personalizado de Alta Intensidad (SuperSlowÒ) y Radiofrecuencia Monopoplar y Bipolar para estimular la síntesis y contracción del colágeno dérmico y así eliminar la flacidez corporal.
El auge de estos nuevos planteamientos terapéuticos no invasivos o mínimamente invasivos se debe al hecho de ser procedimientos correctores de los signos orgánicos, funcionales y/o estéticos del envejecimiento prematuro muy efectivos, sin tener que pasar por el quirófano y evitando en la medida de lo posible la anestesia, el postoperatorio y las más o menos largas recuperaciones.
Cuando las destrucciones producidas afectan a volúmenes de grasa inferiores a 400 cm3, los materiales liberados (fundamentalmente triglicéridos) son metabolizados espontáneamente por los sistemas de limpieza del organismo. Si son superiores, como ocurre habitualmente cuando hacemos ULTRALIPOLISIS, hará falta recurrir al mencionado drenaje para evitar problemas secundarios. Aunque no soy muy amante de las fajas, en los 3 a 5 días posteriores al tratamiento se recomienda el uso de una prenda elástica no muy ajustada, basta con unas medias de elastocompresión graduada o con un Body de licra que comprima un poquito sin que sea muy ajustado para evitar alteraciones circulatorias y en especial del drenaje linfático.
En cuanto a los resultados podemos decir con agrado, que se ven desde la primera sesión de tratamiento, pudiendo obtener reducciones entre 1 y 3 cms. por cada sesión de tratamiento.
Pudiendo combinarlo con sesiones de Ultracavitación y Drenaje a días alternos para potenciar mucho más los resultados. La frecuencia de aplicación puede ser semanal, quincenal o mensual. Todo va a depender del grado de obesidad del paciente, de las patologías asociadas y de su necesidad de resultados más o menos rápidos.

Es importante recalcar que estos tratamientos siempre deben ser realizados por un médico, ameritando la realización de una historia clínica completa y en algunos casos, se requiere indicar pruebas de laboratorio previas a la aplicación del tratamiento, entre los que destacan el perfil hepático y lipídico, sobre todo cuando el área a tratar representa más de 400 cm3 de grasa localizada a destruir

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