Pocas partes del cuerpo están tan expuestas al sol y tan descuidadas y desprotegidas como las manos. Las manos son, después del cerebro, el mayor logro en el proceso evolutivo del ser humano. El hecho de que sea un potente instrumento comunicativo para la expresión de sentimientos, pensamientos y deseos hace que su cuidado estético sea muy importante. Es esencial no descuidar su cuidado, ya que el estado de las manos indica la edad de una persona. “Por lo general la personas cuidan excesivamente su rostro por tratarse de su carta de presentación, pero olvidan que cuando manejan, caminan en la casa, en la oficina o en la calle, en fin realizan cualquier actividad, las manos están expuestas al sol o a la luz artificial y ellas también representan su carta de presentación, por lo que deben ser atendidas y tener aplicado un protector solar”, explica la Dra. Klara Senior, Médico Estético y directora Esteti-K Instituto Médico Estético.
Las manos se encuentran expuestas a mayores agresiones que el resto del cuerpo al estar siempre descubiertas y, por tanto, más expuestas a las agresiones medioambientales. Las agresiones físicas (radiaciones solares, calor, frío, etc.) y químicas (jabones, detergentes, etc.) provocan la deshidratación de la epidermis, entre otros. La combinación de todas estas acciones tiene como consecuencia la desecación de la piel y su desprotección. En estos casos, la piel de las manos tiene un aspecto seco y enrojecido, áspero al tacto, con facilidad para la formación de pequeñas grietas y fisuras y luce con manchas.
A partir de los 40 años, debido al desequilibrio hormonal que influye sobre el metabolismo de la melanina, la piel pierde el color rosado, el tono fresco y juvenil, produciéndose cambios difusos hacia tonos amarillentos, pardos y opacos. El envejecimiento natural se acelera por la acción de la radiación UV, provocando la aparición de manchas.
La pigmentación senil -manchas oscuras, popularmente llamadas flores de la muerte- aparecen a causa de la edad, por cambios hormonales (melasmas), vasculares (angiomas, púrpuras y manchas de color rojo o vino) y otros como la exposición excesiva al sol (fotoenvejecimiento), el uso de medicamentos por vía tópica o interna (antihistamínicos, anticonceptivos). Todas estas manchas aunque pueden presentarse en cualquier zona, son frecuentes en la cara, escote y manos. “Las principales causas de estas manchas son el sol y la genética, no hay que olvidar que la piel tiene memoria y los danos del sol se acumulan, no desaparecen. El 90% de las manchas en las manos se debe al sol. Asimismo a esto se le debe sumar la tendencia genética de cada persona, su tipo de piel y la edad, si se tiene una cierta edad, la piel envejece y estas manchas se hacen más acusadas debido a la deshidratación de la piel de las manos “, asegura la Dra. Senior.
Las manchas en la piel, en general, pueden ser resistentes y en especial las de las manos, si no se indica el tratamiento adecuado. Eso no significa que no se puedan eliminar. En estos casos el IPL (luz pulsada intensa) de nueva generación, que también se conoce como láser frío, nos permite obtener excelentes resultados desde la primera sesión de tratamiento. Este método logra disipar las manchas y las venitas en la piel así como recuperar el colágeno perdido. Este equipo con tecnología GEM (Geometrical Energy Management, ordenamiento geométrico de la energía) no solo permite transportar uniformemente la energía hasta la fuente del problema a tratar sino utiliza una tecnología patentada especialmente para la penetración profunda de la piel basada en pulsos de luz intensa filtrada dentro de la gama de los infrarrojos cercanos. La luz discrimina entre la piel y los folículos del pelo, sin producir ningún daño a la misma.
El método IPL es diferente del método láser. El láser funciona con el encendido de un haz de luz estrecho y muy condensado que debe entregar mucha energía en un tiempo corto. Algunos láser calientan la superficie de la piel encima de los 700°C, pudiendo causar quemaduras y/o hiperpigmentación si no se lo usa muy cuidadosamente. En este nuevo método, la energía se distribuye igualmente en un área grande y la temperatura en la piel puede ser de 70°C. Esta temperatura relativamente baja permite la penetración profunda de la luz en la piel sin ningún daño superficial. Este equipo israelí trabaja sobre un área de 7.5 cm2, lo que permite realizar un tratamiento rápido y eficaz y se utiliza para depilación, rejuvenecimiento, manchas de las manos, melasmas, cloasmas(manchas del embarazo) y de envejecimiento, así como para tratamientos de acné. No produce enrojecimiento severo ni inflamación y es indoloro.
La luz pulsada intensa calienta la melanina sin calentar la piel de alrededor. A este método se le llama fototermólisis selectiva. Gracias a la elevada temperatura, las células que contiene melanina son destruidas, y luego expulsadas en forma de cáscara. Para quitar las manchas de las manos se requieren de 3 a 6 sesiones y los resultados se observan desde la primera sesión de tratamiento. La cantidad va a depender de la coloración de la zona a tratar con respecto al color de la piel circulante ya que, como explicó el especialista, "mientras más oscuras sean las manchas es más fácil de tratar, porque la técnica de luz pulsada actúa por contraste".
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